"Conociendo - y temiendo - la propensión humana a borrar males propios por su transferencia a un chivo expiatorio, la revolución americana y la francesa quisieron establecer un sistema que, en lo sucesivo, impidiese al poder político frenar el cambio social, convocando guerras santas contra "epidemias" no causadas por algún microbio. Thomas Jefferson, padre fundador de los Estados Unidos, lo expresa con extraordinaria claridad en 1972:
No parece suficientemente demolida la pretensión de que las operaciones de la mente, así como los actos del cuerpo, están sujetos a la coacción de las leyes. Los poderes legítimos del gobierno sólo se extienden a los actos que lesionan a otros. Millones de hombres, mujeres y niños inocentes han sido quemados, torturados, multados y encarcelados desde que se introdujo el cristianismo. ¿ Cuál ha sido el efecto de la violencia? Hacer de la mitad del mundo estúpido y de la otra mitad hipócrita, apoyar la bellaquería y el error sobre toda la tierra."
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