"En Portugal, cientos  de miles de jóvenes de la llamada “generación desesperada” salen a la  calle a protestar contra la precariedad y la falta de empleo. Muchos  de los elementos son comunes a los que precedieron a revoluciones como  la tunecina o la egipcia: desempleo elevado, falta de perspectivas y  expectativas vitales, desesperanza, y la participación como elemento  catalizador de unas redes sociales de presencia mucho más ubicua en el  país vecino, sobre todo en las generaciones más jóvenes. Toda la  convocatoria que ha terminado con la manifestación de más de doscientos  mil jóvenes en Lisboa y de grupos muy numerosos en otras ciudades partió  de una convocatoria realizada en Facebook por cuatro personas.
Una convocatoria realizada completamente al margen de los partidos,  de los representantes de una supuesta democracia que ya no representa a  los ciudadanos. Una convocatoria con su blog, su clipping, su manifiesto: toda una recolección de ideas que exigen cambios inmediatos. La noticia y las fotos  están hoy en todas partes. No se trata, como en África, de derrocar a  un gobierno dictatorial: se exige cambiar la situación de partitocracias  caducas, de sistemas que han consolidado el desprecio al ciudadano, el  engaño permanente, la gestión en función de los intereses de quienes  todo lo corrompen, desde la creación de castas privilegiadas hasta la  mismísima separación de poderes, pasando por la corrupción institucionalizada y generalizada.  Nada que aquí en España no estemos viendo cada día más, de manera si  cabe más evidente y más sangrante: situaciones que han derivado en  protestas tan patentes como el movimiento #nolesvotes.  La diferencia es clara: en Portugal, los jóvenes, los universitarios,  los que de verdad tienen el futuro más negro, la generación desesperada,  ya ha optado por echarse a la calle. ¿Y en España? No, en España están  de botellón."
"Y es que mientras la economía era boyante, a los ciudadanos no les  importaba demasiado que la clase política -esas personas que ante la  ausencia de oficio, se dedican al beneficio- se enriqueciera a su costa,  pues había dinero para todos. Pero ahora que la crisis se agudiza, la  población está comenzando a darse cuenta de que además de robarnos, se nos ríen en la cara.
Como pueden ver en la imagen, en España -al igual que en Egipto,  Libia o Túnez- las manifestaciones están lideradas por jóvenes que,  preocupados ante la precariedad del empleo, la imposibilidad de poder  adquirir una vivienda, los recortes sociales y la subida de impuestos,  han salido a la calle a pedir que, los parásitos que forman nuestros  múltiples y solapados gobiernos -central, autonómico, municipal…- se  busquen un trabajo digno y dejen paso a gente más honrada."
Texto completo-> http://www.terceraopinion.net/2011/02/27/las-revueltas-comienzan-a-llegar-a-espana/
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