16 junio, 2011

Otro motivo para la indignación: La gestión de las crisis nucleares

Las mentiras del Poder

Me permito abrir un foro nuevo sobre Fukushima para darle más oxígeno al debate y porque el enfoque del tema es ahora distinto. No se trata de discutir sobre cuestiones técnicas, sino de mostrar el cinismo con que actúan los gestores de las crisis, tanto las empresas que llevan el negocio, como sus cómplices: los gobiernos y los organismos de control.
Ya en el anterior foro se comentó cómo la empresa Tepco inyectaba miles de millones de euros en los medios de comunicación, para que le fueran favorables, y en las universidades, para que los investigadores fueran amigos.
Yo diría que estamos ante una de las características del Poder que deben contribuir a nuestra indignación, porque resulta evidente que todas las maldades que podamos atribuir a los agentes de la crisis japonesa son extrapolables a cualquier país, incluido el nuestro. No se trata de una nación subdesarrollada ni de una autocracia, sino de un país moderno, de los más avanzados tecnológicamente, y con un régimen tan democrático como cualquier otro...

La evacuación

Desde el principio se vio que había que evacuar una amplia zona en torno al siniestro, pero el gobierno japonés decidió que sólo era necesario para un radio de 20 Km en torno a la central. Los de la zona de los 30 Km podían hacerlo con carácter voluntario. ¿Qué quiere decir esta sutileza en torno a la libertad? Pues que el gobierno sólo quería asumir el coste de la evacuación del círculo pequeño, aunque el riesgo para la salud llegaba más lejos. Más tarde se ha tenido que ampliar el radio a los 40 Km, y el riesgo subsiste más allá, porque hasta el agua corriente del mismo Tokio apareció contaminada por Iodo radiactivo

Los límites de radiación.

(El cinismo en estado puro)
La Comisión Internacional de Protección Radiológica (ICRP), según sus propias palabras:
es una organización benéfica registrada (una organización sin fines de lucro)...
cuyo trabajo

(...) ayuda a prevenir el cáncer y otras enfermedades y los efectos asociados con la exposición a radiaciones ionizantes, y a proteger el medio ambiente. (...)
proporcionando recomendaciones y orientación sobre todos los aspectos de la protección contra las radiaciones ionizantes.
Esta benéfica organización recomendó al gobierno japonés, en fecha tan temprana como el 21 de marzo, que el límite de radiaciones permitida, con carácter indicativo, se elevara a entre 20 y 100 milisievert por año, dado que la crisis nuclear no muestra señales de disminuir, para permitir a la gente quedarse en su zona. No me resisto a poner los párrafos originales del fastuoso documento:
For the protection of the public during emergencies the Commission continues to recommend that national authorities set reference levels for the highest planned residual dose in the band of 20 to 100 millisieverts (mSv) (ICRP 2007, Table 8). When the radiation source is under control contaminated areas may remain.
Authorities will often implement all necessary protective measures to allow people to continue to live there rather than abandoning these areas. In this case the Commission continues to recommend choosing reference levels in the band of 1 to 20 mSv per year, with the long-term goal of reducing reference levels to 1 mSv per year (ICRP 2009b, paragraphs 48-50).
¿A que es guay? Como la radiación está superando los límites permitidos, y no parece que vaya a remitir, pues aumentemos los límites permitidos, problema resuelto, como venía a decir un comentarista de menéame.
Con estas medidas, y repitiendo machaconamente la frase “pero no hay riesgo para la salud”, cada vez que se ven obligados a informar de algún nuevo y espeluznante dato, se consigue convencer a la población, que está deseando creerles, de que se aguante y siga con sus vidas que, eso sí, van a ser considerablemente acortadas. Por otra parte, hasta que no aparezca la leucemia y el cáncer de tiroides, no van a notar nada, porque la radiación es incolora inodora e insípida, salvo para valores salvajes que ya hacen que rechinen los dientes. Pero eso es tema del punto siguiente.

La útima notica

La noción del peligro
http://www.elpais.com/articulo/sociedad/tecnicos/Fukushima/r...
Ocho técnicos de Fukushima reciben alta radiación
Tras el tsunami del 11 de marzo pasado, Japón vio pronto que el límite de dosis de radiación para los trabajadores nucleares se quedaba corto. Así que elevó la dosis anual que podían recibir los empleados de Fukushima hasta 250 milisievert (en Europa el límite es de 20 al año)
La misma idea, pero agrandada, porque los límites han de dar de sí lo necesario para poder seguir con las tareas. Como, veremos, nunca es suficiente, porque:
Japón admitió la semana pasada que dos hombres habían recibido más de 500 milisieverts, más del doble de lo fijado para la crisis, lo que previsiblemente aumentará la probabilidad de que sufran cáncer o tumores. Y ayer admitió que había seis más por encima del nivel establecido.
Pero no hay que preocuparse, porque hay más organismos de protección radiológica que correrán en ayuda de estos pobres trabajadores asiáticos:
Eduardo Gallego, vicepresidente de la Sociedad Española de Protección Radiológica, explica que 500 milisievert es un "nivel a partir del cual conviene hacer un seguimiento médico aunque no tiene por qué ser peligroso para la salud". Aun así, Gallego admite que es una dosis muy alta: "Es más de lo que recibirán la mayoría de los trabajadores nucleares del mundo en toda su vida laboral
Me gusta mucho cómo razona este señor, Eduardo Gallego, que es profesor titular de Ingeniería Nuclear y Protección Radiológica de la Universidad Politécnica de Madrid. Imagino que en algunos instantes de su dilatada formación habrá tenido que lidiar con el concepto de “probabilidad”. Debería saber que cuando en el lenguaje cotidiano se dice que una situación es peligrosa, queremos decir que hay más probabilidades de que ocurra algo desagradable, o incluso fatal. Por ejemplo, decimos que torear es peligroso, pero nadie piensa que los toreros vayan a ser inevitablemente empitonados, porque entonces no habría toreros. La radiación excesiva (los 500 milisievert son muy excesivos) aumenta considerablemene la probabilidad de padecer enfermedades oncológicas que conduzcan a la muerte, es decir, ES PELIGROSA para la salud, lo entienda el señor Gallego o no. Lo que imagino que quiere decir es que “a lo mejor no se mueren” o “a lo mejor no se mueren todos”. Cuenta con la ventaja de que que si ocurriera esta desgracia colectiva, tardaría algunos meses, o quizá años, y a lo mejor para entonces ya nos hemos olvidado de Fukushima. Motivos no nos faltarán, porque otras muchas crisis nos acechan.
Como he dicho en otras ocasiones, los técnicos no son neutrales.
P.S.
Se me olvidaba. En la misma noticia se reconoce que
(...) en las primeras horas se fundieran los núcleos de los reactores uno, dos y tres (...)
¿Quién dijo algo de Chernóbyl?

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