Sí. Me da mucho miedo escuchar que "los representantes de la Cultura de España" están haciendo algo, porque a buen seguro ni son representantes de la Cultura ni estén haciendo nada bueno. 
Empezaré directamente y sin mucho rodeo. Cada vez que oigo la frase "Representantes del mundo de la cultura"
 me entra el miedo. Cuando estas terribles palabras aparecen en algún 
medio de comunicación no hace falta que añadan más, la experiencia 
durante estos últimos años trae a mi cabeza todos y cada uno de los 
cuatro puntos que el DRAE recoge para la palabra fantoche.
Artistas de portada de papel couché, viejas glorias desesperadas por 
seguir viviendo a cuerpo de rey en memoria de la acomodada herencia de 
los ya pasados tiempos de gloria, vendedores de melodías de gasolinera 
deseosos de seguir haciendo caja al ritmo de su jurásico 
chimpúm-chimpúm, intérpretes de canción ligera, tan ligera que es humo, 
maquillajes y taconazos, gomina y desgastada brillantina, otrora 
modernísimos que hoy desprecian a quien durante tanto tiempo les dieran 
de comer y a los que ahora llaman bandidos por andar por ahí, robando 
con el método del butrón informático... cejas arriba, esto es un atraco.
Durante los últimos años, escuchar en la televisión o la radio que se han reunido "los representantes de la cultura"
 para manifestarse y pedir una ley contra las descargas ha sido tan 
habitual como los esfuerzos del Ministro de turno en arrimarse bien a 
ese ascua y prometer mano dura contra la piratería.
¿Representantes de la Cultura? Mirarlos y querer emigrar a un país 
nórdico, a ser posible sin tratados de extradición, es todo uno. No sé 
cómo hemos llegado a conceder a esta retahila de cantantes y actores 
descafeinados y sin chicha un título tan ostentoso como inmerecido. No 
lo sé.
Continúa-> http://aldea-irreductible.blogspot.com/2012/03/los-representantes-de-la-cultura-en.html
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