Me sumo a la indignación de otros compañeros de blog. Ayer
los comerciantes de Sol reclamaron el uso de la fuerza contra las concentraciones del 15-M.
Esos empresarios que piden 30 millones de euros de indemnización por
las supuestas pérdidas de sus negocios durante la acampada -solo en las 3
primeras semanas-, querían ahora una actuación “más contundente”. Según
Ignacio Lario, presidente de la Asociación de Comerciantes de
Preciados, el Carmen y Arenal (Apreca), los agentes no deben limitarse a
una mera “actitud pasiva” ante los nuevos intentos de los indignados de
acampar en Sol, sino que deben “usar la fuerza” si el desalojo no es
posible por medios pacíficos.
Y ¡Abracadabra! la policía -enviada por la delegada del gobierno del
PSOE- carga anoche contra ciudadanos que simplemente se están
manifestando. Con esta violencia. ¿Está bien así comerciantes de Sol?
¿Los ha dejado ya contentos Sra Delegada del Gobierno?
Es que viene el Papa. Con cargo al erario público. Y el presidente de
los Empresarios de Madrid, Arturo Fernández ya ha conseguido una
suculenta contrata:
el catering de la visita papal. No se vaya a estropear el negocio o enturbiar las aficiones de “la gente de bien”. La venta, con sangre entra, sí.
Es que los “quincemayistas” no están donde deben. Las calles no se
cortan, las plazas no se ocupan, dicen, “indignados” -ensuciando la
palabra-, muchos ciudadanos sabiamente adoctrinados por los distintos
poderes, el periodismo y sus opinadores “civilizados” a la cabeza. Los
mismos ciudadanos que bajan la cerviz ante el corte de derechos y la
ocupación de sus vidas. ¡Donde va a parar” ¿verdad? Es mucho más grave
lo de las calles y las plazas.
Un periodista de lainformacion.com,
Gorka Ramos, fue detenido anoche. ”Me golpearon en la cintura, me tiraron al suelo, me dieron una patada y me detuvieron”, según
denuncia tras salir de toda una noche y una mañana en dependencias
policiales. Informaba de lo que estaba ocurriendo en la concentración
ante el Ministerio del Interior. El gravísimo hecho para un Estado de
Derecho, apenas ha sido destacado –o tarde- en los grandes medios donde
trabajan muchos periodistas. El twitter de ciudadanos anónimos cruje sin
embargo de estupor y rabia.
Y el PP de Madrid amenaza con sacar a sus 90.000 militantes a
oponerse a los indignados. Igual que Mubarak hizo en la plaza Tahir. Los
adeptos y adictos cumplen esas funciones.
Sol cerrada a cal y canto por la policía durante 3 noches. Los
indignados intentando acceder a ese vacío que simboliza como nunca el
sistema en el que vivimos, sólidamente custodiado por la fuerza. O por
la sugestión de otros ciudadanos, tan dolorosamente atacados hoy o en el
futuro, que miran desde la barrera y critican. ¿No se dan cuenta de que
“la contudencia” exigida en las mermas nos llegará a “casi” todos?
Igual saben lo que hace, vivimos en un Estado de riesgo, pero hace
falta tener bastante cuajo para engullirlo sin decir una palabra. Menos
mal que todo es en aras de la libertad. La de mercado, naturalmente.